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Mostrando entradas de mayo, 2009

Y el tiempo se paró

Comprobó que aunque realmente no era nada, lo era todo. Sin ella los días parecían vacíos, momentos si esencia, sin sentido. Como aquel verano al que le han robado el sol, aquel mar que se ha quedado sin agua, aquel monte que ha perdido toda su vegetación. Una playa sin arena, una estación sin trenes, una ciudad sin habitantes. El tiempo, objeto de deseo para muchos, se había convertido en un mero trámite, algo que había de pasar con el menor sufrimiento hasta volver a verla. Como un reo condenado a muerte que simplemente espera que llegue su hora. Los minutos pasaban muy despacio. Tanto que las agujas de su elegante reloj de muñeca parecían girar en sentido contrario. Ya nada era como antes. Las estrellas no brillaban igual, los pájaros habían dejado de piar y el color de las flores había palidecido escandalosamente. Aquella fría noche de Noviembre, las calles estaban desiertas. El viento soplaba con una fuerza inusitada, haciendo bailar los árboles al son de sus soplidos. Como si de

La soledad en una noche de invierno

Llegó jadeante a la consulta donde el doctor ya esperaba sentado. Trás un minucioso análisis el diagnostico fue claro: amor no correspondido. Se marchó con la desesperación de quien sabe que ha fracasado. Aturdido, herido, resignado. Desorientado, vagó por las estrechas calles de la ciudad hasta llegar al puerto. Frente al puente se alzaba el viejo faro que iluminaba a ráfagas toda la costa. Se sentó junto a el. Le calmaba observar en silencio la tranquilidad de las aguas. Sin embargo, esta vez no era así. El mar parecía estar furioso con él, no se sentía cómodo. Tampoco sabía que podía haberle hecho. La historia de siempre. Las olas rompían con violencia en las rocas del fondo del muelle. Mientras el agua le salpicaba salando su cuerpo, se paró a pensar en lo ocurrido auellos días. Todo había cambiado de repente, sin saber por qué, sin posibilidad de hacer nada. Como un día que se torna en noche sin conocer la razón. Nada de lo vivido hasta entonces con ella tenía más valor del que ti